La motivación es buena... en su justa medida. La gente ha de estar motivada para su día a día, eso todos lo sabemos, pero también sabemos que los excesos no son buenos, incluso los excesos de motivación. Ésto puede llevarte a la obsesión, obsesionarte con ganar sí o sí, y no dar por bueno algo que no sea la victoria.
A continuación dejo un artículo de un padre que narra unos sucesos ocurridos en el partido de baloncesto de su hija que tiene que ver con lo que he dicho anteriormente:
Así que ya sabeis, unas veces se gana y otras se pierde, pero el que saca algo bueno de las derrotas, será un ganador.
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